_Narra Christy:
- ¿Y si lo dejamos?- Decimos Harry y yo a la vez en la cena el jueves por la noche.
- ¿Tú también estabas pensando en eso?- Dice Harry.
- Desde hace tiempo. ¿Y tú?
- Desde hace un par de noches.- Nos quedamos un rato en un incómodo silencio.- ¿Por qué quieres dejarlo?- Dijo rompiendo el silencio.
- No veo que funcione. ¿Y tu?
- Pues, creo que lo mismo.- Otro silencio. Los odio. Uno de los dos tendremos que romperlo tarde o temprano.
Le veo levantarse de la mesa, cabizbajo. Noto algo húmedo resbalar por mi mejilla. ¿Qué pasaría ahora? ¿Me echaría de su casa? ¿Tendré que volver al pueblo con mis padres? Demasiadas preguntas. ¿Por qué le quise dejar? No funcionaba. Al principio todo bien, pero... no creo que pueda seguir con esto. Él y yo no conectamos, solo nos podemos quedar en la fase de amigos. ¿Esto es lo que se siente cuando dejas al que creías que sería tu amor para toda la vida? Si, debe de serlo... Solo tengo 17 años y ya había incluso pensado en qué pasaría con nosotros en el futuro. Esto ya estaba destinado a pasar ¿no?
Me levanto lentamente de la mesa. Recojo todo y meto los platos en el lavavajillas y voy al salón. Nunca me había fijado en lo grande que era hasta hoy, tal vez porque siempre que iba a este estaba Harry, pero no estaba. ¿Por qué soy tan idiota? Debí de haberme dado cuenta antes.
Subo las escaleras poco a poco. Paso por delante del cuarto de Harry. Ahí estaba él. Sentado en la cama con la cara entre las manos.
- Voy a salir.- Digo en un tono casi inaudible. Para mi sorpresa se da la vuelta.
- Claro. Nos vemos.
Salgo lentamente de la casa. Ya está todo muy oscuro, no había ni un alma en la calle <<normal, quién coño está a estas horas un jueves en la calle>> me dije a mi misma. El viento me despeinaba el pelo, realmente no me importaba. Se notaba que todavía estábamos en invierno.
- ¡BU!- Grita alguien detrás mía mientras me coge de la cintura. Grito todo lo que puedo hasta que me fijo en quién es.
- Aaron, me cago en ti. Hola.
- ¿Qué haces a estas horas en la calle?- Me dice muerto de risa. Pues yo no encuentro nada de gracioso en esta situación eh.
- Nada, dar una vuelta ¿y tu qué haces? A parte de querer que me de un ataque al corazón claro. - Le respondo intentando recuperarme del susto.
- Pues acabo de salir de estudiar de casa de un colega y eso.
- ¿Estudiar? ¿Tu? Eso no se lo cree nadie.- No lo conozco demasiado, quien le conoce es Sam, pero me cae mal. Muy mal.
- Bueno, iba a estudiar pero, terminamos jugando al FIFA....
- Ya me parecía a mi.
- ¿Y tu qué haces aquí?
- Nada, dar una vuelta y eso.
- ¿No es muy tarde?
- Mira quien habla.
- Bueno si... Pues supongo que adiós, nos vemos en el insti mañana.
- Em... Si. Hasta mañana.- Digo mientras me doy la vuelta, entonces, me coge del brazo.
- ¿Te pasa algo?
- ¿Qué?
- ¿Estás triste?
- ¿A qué viene esa pregunta?
- No sé, se te ve media pachucha.
- Bueno, si. Pero ya se me pasará.
- Te invito a un helado.
- ¿Eh?
- Que vengas a mi casa. Tranquila, no mato.
- Em.... vale.- ¿Por qué acepto?
Su casa no se encontraba muy lejos de ahí así que no tardamos en llegar. Tenía una casa perfecta. Ni muy grande ni muy pequeña con un jardín trasero. Todavía me acuerdo de cuando la fiesta hace ya casi un año.
- ¿Pasas?- Me dice despertándome de mi trance.
- Ah, si.
Me invita a sentarme en el sillón de su salón. Es muy bonito, suelo de madera, paredes color hueso, una tele de pantalla plana que ocupa casi toda una pared, muebles oscuros.... El chiquillo no vive nada mal.
Me pongo a ver un rato la tele hasta que llega con dos tazas de chocolate caliente con nubecitas y churros. Se sienta a mi lado y me ofrece una de las dos tazas y deposita los churros sobre la mesita de al lado del sofá.
- Bueno ¿y ahora me dirás por qué estás depre?- Me dice y acto seguido da un sorbo al contenido de su taza.
- No es nada importante, tranquilo.
- Anda, no seas cabezota y dímelo.
- Vale. Bueno... básicamente... lo acabo de dejar con mi novio.- Digo recordando la escena ocurrida hace apenas unas horas.
- Oh, lo siento mucho.
- No pasa nada. Lo único que siento es que seguramente ahora tendré que volver a casa, le tendré que ver y seguramente volveré con mis padres.
- ¿No vivías con Sam?
- Larga historia.
- Bueno, pues no puedo dejarte así como así. Esta noche te quedas en mi casa y ya veré si después te dejan quedarte.- ¿Qué?
- No, no hace falta, tranquilo.
- Si, anda. Acepta. Tenemos un cuarto de sobra que es perfecto para ti y te puedo ayudar con la mudanza.
- Pero....
- Pero nada. Acepta anda.- Me quedo pensando. Es tan repentino todo esto. ¿Debería aceptar?
- Bueno.... Primero probar durante un par de días qué tal si eso... Y claro si mis padres me dejan...
- ¿Es un si?
- Si.
_Narra Aaron:
La verdad me rompía verla así, tan... pachucha. No iba a dejarla ir tan fácilmente. No sé... Cuando la vi en la calle triste sentí algo.... raro. Fue en el pecho. No sé. Y cuando me dijo que lo había dejado con ese chico... em... ¿Harlie? No sé su nombre. Lo sentí mucho por ella pero a la vez me alegré. No lo entendía muy bien. Pero yo quería que se quedara.
Llamó al chico ese y le dijo que hoy se quedaría aquí. Supongo que preferirá decirle que ahora vivirá aquí cuando ya todo esté hablado y eso y se lo preferirá decir a la cara digo yo.
- ¿Te importaría alcanzarme a la casa de Harry? Necesito coger un par de cosas.
- Claro.
Voy a por los cascos y nos subimos a la moto. El Harlie ese vivía en un sitio pijos de esos. Se notaba que era famoso.
Llegamos, tiene una casa grande. Christy se baja de la moto y entra en la casa. Espero un rato y sale con una mochila donde supongo que lleva todo lo necesario.
Volvemos a mi casa. Le indico donde está el baño y el que sería su cuarto.
- Muchas gracias Aaron.- Dice ya entrando a su habitación para irse a dormir.
- No hay de qué. ¿Para qué están los amigos?- Auch, la última palabra me dolió ¿por qué?
Me respondió con una sonrisa mientras yo me quedo ahí en medio del pasillo pensando en... todo. ¿Qué me pasa?
_Narra Harry:
Ya el nosotros ha acabado. No podía seguir y ella por lo visto tampoco. No esque no la quisiera, sino... Simplemente no la quería como algo más que una amiga. Aunque siempre la llevaré conmigo y no hemos terminado en plan mal digo yo. Podemos seguir quedando y hacer cosas como dos amigos hacen ¿no? Ya encontraré a la chica ideal para mí....
Continuará........................................
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